Este martes 9 de julio, São Paulo celebra 92 años de la Revolución Constitucionalista de 1932, un movimiento armado que exigió el retorno a la democracia y la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, en oposición al gobierno de Getúlio Vargas. El conflicto provocó la muerte de 717 combatientes paulistas, entre ellos los estudiantes Martins, Miragaia, Dráusio y Camargo (el M.M.D.C.), honrados por la construcción (de 1947 a 1970) del Obelisco de Ibirapuera.

Durante cinco meses, entre mayo y octubre de 2004, IEME Brasil trabajó para preservar este monumento histórico y arquitectónico tan importante para los paulistas, realizando instrumentación, monitoreo y análisis del comportamiento estructural del Monumento y Mausoleo al Soldado Paulista de 1932. Los servicios formaron parte de un proyecto de renovación del edificio que duró 12 años.

El Obelisco de Ibirapuera, el monumento más grande de la ciudad, con 72 m de altura, fue inaugurado oficialmente el 9 de julio de 1955, un año después de la apertura del Parque de Ibirapuera y del lanzamiento del Monumento a Bandeiras. El proyecto fue diseñado por el escultor ítalo-brasileño Galileo Ugo Modmenbili (1898-1974). Fue realizado en puro mármol travertino y su ejecución estuvo a cargo del ingeniero alemán radicado en Brasil, Ulrich Edler.

Conoce más sobre el trabajo del IEME en este trabajo.

Red Hot Chili Peppers, banda de rock estadounidense, realizó el pasado 11 de octubre un show en el estadio Morumbi, como parte de su gira mundial «Global Stadium Tour». La histórica actuación contó con el regreso del guitarrista John Frusciante, un miembro clásico que volvió a tocar con la banda en 2019, después de 10 años en otros proyectos.

IEME Brasil monitoreó el estadio durante el espectáculo, utilizando sensores para medir la deformación de la estructura, sometida a cargas dinámicas, como las generadas por el público en espectáculos musicales o partidos de fútbol.

São Paulo Futebol Clube (SPFC) y IEME Brasil mantienen una larga colaboración en el seguimiento del Estadio Cícero Pompeu de Toledo. El monitoreo proporciona información importante sobre la estructura y garantiza la seguridad y comodidad de los usuarios, como los que asistieron al espectáculo del 11/10 y otros eventos artísticos y deportivos.

Cabe recordar que la agitación pública genera vibraciones en la estructura que pueden exceder los límites permitidos en las normas técnicas y generar pánico, accidentes e incluso colapso estructural. El objetivo del seguimiento periódico es evitar estas situaciones con medidas preventivas y también monitorizar el comportamiento de la estructura en tiempo real.

La monitorización también ayuda a SPFC a optimizar el mantenimiento necesario del estadio, evitando mayores gastos con posibles obras de restauración estructural.

Felicitaciones a la Junta Directiva de SPFC, quienes con su cuidado y responsabilidad garantizan que sus eventos se desarrollen de manera segura.

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